Verano
Jodi Shenal
Soy un ama de casa con dos hijos increíbles. Mi hijo está en el espectro autista y mi hija tiene un trastorno genético raro y múltiples discapacidades...
Dulce verano.
Una temporada de recuerdos entrañables y diversión.
Para nosotros, el verano ya está tocando a su fin. Se acaban los horarios llevados a un ritmo relajado.
Como se nos ha pasado rápidamente y nos estamos preparando para la vuelta al cole, tengo algunas conclusiones que compartir.
Las vacaciones de verano no tienen por qué ser perfectas para tu familia.
No eres un mal padre si no te has tomado unas vacaciones extravagantes ni has visitado atracciones turísticas.
No te falta si no capturaste la foto familiar de playa impecable.
Cada momento del día no tiene por qué estar repleto de actividades cuidadosamente planificadas.
Las redes sociales son un recordatorio constante de esa caja ideal en la que debemos encajar. Mi familia nunca encajará en ninguna caja. Nos hemos forjado una propia y única.
Nuestra vida se rige por rutinas. Tener un hijo discapacitado establece los planes para la uniformidad y la estructura.
No nos resulta fácil pasar la noche fuera de casa. Las excursiones de un día se han convertido en nuestro recurso. Un día en el acuario de nuestro estado fue un punto brillante y lo más destacado de nuestro verano. Un entorno que no era sobreestimulante; era inclusivo, respetuoso con los sentidos y accesible en silla de ruedas. Por una vez, planeamos una excursión que todos podíamos apreciar y en la que todos podíamos participar. No hubo necesidad del típico "divide y vencerás". Fue una aventura maravillosa para los cuatro que nunca olvidaré.
Cuando tienes un hijo con discapacidad y necesidades sanitarias especiales, vives en un estado crónico de "ir" y "prisa". A veces, es refrescante tomarse un tiempo y respirar.
Este fue nuestro verano de flexibilidad y un respiro elegante de la agitada rutina.
Las mañanas empiezan más despacio y con menos estrés,
Tardes más largas con acurrucamientos extra y lectura de libros antes de dormir,
Despertarse más tarde y dormir un poco más están inequívocamente infravalorados.
Con el insondable calor sofocante que hacía en nuestra zona, quedarnos en casa y soplar burbujas nos proporcionaba horas de glorioso entretenimiento. Las tardes de helados y los paseos por las tiendas de discos sustituyeron al húmedo ocio al aire libre.
No importa cómo sea tu verano, es BUENO. Tanto si te vas como si te quedas, si haces todas las cosas o te saltas las tradiciones clásicas, será significativo. Cuando lo pases de la forma que mejor se adapte a tu familia, no tendrá precio.
