Vuelta a la rutina
Jodi Shenal
Soy un ama de casa con dos hijos increíbles. Mi hijo está en el espectro autista y mi hija tiene un trastorno genético raro y múltiples discapacidades...
Las vacaciones de invierno pasaron deprisa.
Aunque tres semanas enteras de salidas más tarde y horarios más relajados supusieron un alivio muy necesario, fue efímero. Me encantaba tomar mi café matutino junto al resplandor del árbol de Navidad. Me encantaba estar libre del estrés que supone salir corriendo por la puerta en medio del frío, con los brazos cargados y corriendo contra el reloj para llegar a CUALQUIER sitio a tiempo.
Nos encantaban las estancias prolongadas en pijama. Los días sin terapias ambulatorias programadas, disfrutábamos de la comodidad del hogar, sin la necesidad constante de ir, ir, ir. Mis hijos disfrutaron durmiendo hasta tarde y sin ir al colegio. Al estar en casa, en nuestra burbuja, por fin conseguimos mantenernos sanos esta vez; por suerte, esquivamos todas las enfermedades que arruinan las vacaciones.
No podía durar para siempre. Aunque todos necesitábamos descansar y pasar tiempo juntos, ahora REALMENTE necesitamos volver a nuestras rutinas. Tenemos que darle un respiro a los vídeos de YouTube, que se han reproducido en un bucle interminable.
Necesitamos coherencia en nuestro mundo para prosperar.
En nuestro mundo de autismo, epilepsia, discapacidades complejas y muchas necesidades adicionales, es difícil no preocuparse cuando llega el primer día de vuelta a la realidad.
Me preocupa la posibilidad de que mi hija se exponga a enfermedades en el colegio. Hemos evitado las fiebres y las convulsiones. Sigo adelante con nuestro régimen de vitaminas para reforzar el sistema inmunitario. Lleno su mochila de toallitas desinfectantes y rezo.
Me tenso al pensar que le cuesta retomar su agenda diaria. Vuelvo a encarrilar su hora de acostarse y espero que duerma mucho. He explicado los cambios que se avecinan a mi hija no verbal con horarios visuales. Cruzo los dedos para que su habitual disposición alegre continúe cuando volvamos a nuestra vida "normal".
Me muerdo las uñas mientras mi hijo reanuda sus cursos universitarios en línea. Hemos creado un calendario para todo el semestre y hemos hablado de las situaciones que le provocan ansiedad. Espero que empiece con fuerza y vuelva a tener éxito en este nuevo curso.
Echo de menos las vacaciones, pero al mismo tiempo también me alegro de que se hayan acabado.
Es hora de empezar de cero. Hora de volver a trabajar en nuestros objetivos.
Tenemos ante nosotros un nuevo año que afrontar. Mientras todos volvemos a nuestras rutinas, que sea el mejor de todos.
