La historia de Jaxon GottaGo

Jaxon es un niño brillante y curioso con parálisis cerebral hemipléjica, hidrocefalia, problemas de procesamiento sensorial y una grave discapacidad visual en el ojo derecho. Jaxon empezó a aprender a ir al baño cuando tenía 2,5 años por sugerencia del equipo clínico de Leckey.

Antecedentes clínicos

Físico: Jaxon podía sentarse en el suelo de forma independiente (puntuación SATCo - control lumbar superior) y podía alcanzar juguetes pero era incapaz de meter y sacar la barriga o aguantar la respiración. Cognitivo: Jaxon no tenía comunicación verbal en ese momento y todavía no había desarrollado una comprensión de los juegos que implicaban secuencias o del pipí y la caca. Sin embargo, podía imitar algunas acciones, como aplaudir, y disfrutaba cuando los demás hacían muecas. Social: Jaxon mostraba cierto interés por el baño y era capaz de concentrarse durante unos minutos en una tarea que le gustaba. Le gustaban las cosas nuevas y recibir elogios por sus esfuerzos. Sensorial: Jaxon sabía cuándo tenía sed y podía indicar su deseo de beber. Parecía entender cuándo había hecho caca y podía reconocer la humedad, por ejemplo, derramando zumo. Sin embargo, llevaba pañales desechables y no sabía lo que era un pañal mojado. Por suerte, no tenía problemas para hacer caca.

Nuestro enfoque

Hasta entonces, los padres de Jaxon no se habían planteado enseñarle a ir al baño y esperaban a que se desarrollaran otras habilidades, como el lenguaje. Sin embargo, pensaron en intentarlo. Con un GottaGo y sugerencias de habilidades básicas para probar en casa, se pusieron manos a la obra: desarrollar un lenguaje común para ir al baño, practicar sentarse durante 3 minutos (un minuto/edad) y utilizar un horario de cada 90 minutos. Después de muchos meses, las cosas no parecían progresar. Jaxon se estaba frustrando y la familia tenía un nuevo bebé en camino, así que era el momento de hacer una pausa. Cuando la vida familiar se estabilizó, se reanudó el entrenamiento. Esta vez el horario se redujo a después de las comidas y justo antes del baño. De este modo, Jaxon seguía participando. Se utilizaron juegos para animarle a sentarse en la taza del váter, como soplar burbujas (una de las actividades favoritas de Jaxon, además de ser ideal para desarrollar la fuerza de los músculos abdominales y pélvicos). Hacer la primera caca en el GottaGo fue la motivación que todos necesitaban para seguir adelante y pronto utilizar el GottaGo para hacer caca antes del baño se convirtió en una rutina habitual que realmente funcionaba. Sin embargo, la gestión de los pipís llevó más tiempo. Como explicó Shannon, la madre de Jaxon: "No fue fácil, ha costado mucho trabajo". La familia comprendió que cuando hacemos caca todo el suelo pélvico se relaja y, por lo tanto, es casi imposible no hacer pis al mismo tiempo. Utilizaron este conocimiento para que Jaxon fuera consciente de la sensación de hacer pis. También aprovecharon los momentos en los que era probable que hiciera pis, como los 20-30 minutos después de tomar el desayuno y la comida, mientras mantenían esa rutina constante antes del baño.

El resultado

Poco a poco, Jaxon tuvo cada vez más éxito. En la guardería le apoyaron mucho. Adoptaron la misma rutina y ayudaron a la familia a dar el salto definitivo y enviar a Jaxon al colegio sin pañales. Juntos estaban decididos a conseguirlo. Al cabo de unas semanas, los accidentes diurnos desaparecieron y por la noche se secó. Para Jaxon, los años del pañal han quedado atrás. Para Shannon y su familia, el duro trabajo ha merecido la pena: "Significa mucho conseguir algo tan grande... no ha sido un camino fácil, pero ha merecido mucho, mucho la pena".