¿Cómo será 2022 para tu familia?
Sharon Galitzer (Physical Therapist)
Soy fisioterapeuta pediátrica y también hermana de un adulto con necesidades especiales.
Independientemente del lugar del mundo en el que vivas, este año ha estado lleno de incertidumbre, modificaciones en tu estilo de vida y cambios constantes. Ser padre es estresante, pero este año se ha llevado la palma. Este año nos ha enseñado a todos un poco sobre nosotros mismos y nuestra capacidad para adaptarnos y lidiar con momentos, días o semanas estresantes. Quizá te hayas sorprendido a ti mismo de lo fuerte que puedes ser cuando tienes que adaptarte a los cambios y hayas descubierto tu fuerza interior. También estoy seguro de que algunos días te has sentido agotado. ¿Qué harías de forma diferente?
Es un nuevo año, un nuevo comienzo y un nuevo principio. ¡Estoy hablando contigo!
Usted es una persona muy importante en la vida de su hijo. Cuando tu salud o tu espíritu están agotados, no puedes estar ahí para tu hijo ni para el resto de tu familia. Quizá este año pueda empezar cuidando de ti misma. Empieza poco a poco y haz pequeños cambios. Sólo te voy a recomendar una cosa porque si te recomiendo 3 o 4, no harás ninguna.
Mindfulness
El estrés puede causar fatiga, agotamiento e incluso enfermedades físicas. El mindfulness es una estrategia gratuita, que puede practicarse en cualquier lugar y que sólo requiere poco tiempo. Se ha demostrado que la atención plena reduce la actividad cerebral en la amígdala. La amígdala supervisa las emociones y provoca reacciones de estrés en el cuerpo. ¿Lo estás consiguiendo? Tan sólo 5-10 minutos al día pueden disminuir la ansiedad y la depresión y aumentar la salud mental y física.
La práctica de la atención plena ralentiza el pensamiento, las emociones y las respuestas. Te hace hacer una pausa, identificar lo que sientes y generar una respuesta que no esté impulsada por la emoción. Cada momento que pasamos con nuestros hijos crea recuerdos y momentos de enseñanza.
Empieza por aquí:
- Respira hondo.
- Presta atención a lo que te rodea en este momento. Puedes fijarte en los bonitos ojos de tu hijo, en un árbol que hay fuera, en la sensación de que tus músculos se tensan.
- Ahora respira hondo. Imagina que llenas de oxígeno los dos grandes globos de la cavidad torácica mientras se expande la caja torácica y luego exhalas intencionadamente, como si estuvieras soplando unas velas.
Se ha demostrado científicamente que esta intención aumenta la empatía, aumenta la gratitud y disminuye el estrés. Creo que a todos nos vendría bien un poco de eso estos días. Sé bueno contigo mismo primero, ¡y luego serás mejor para los demás!