Back to blog archive

Fotos de la escuela

Miriam Gwynne por Miriam Gwynne Necesidades adicionales

Miriam Gwynne

Miriam Gwynne

Madre y cuidadora a tiempo completo de dos gemelos autistas realmente maravillosos. Me encanta leer, escribir, caminar, nadar y animar a los demás....

Fotos de la escuela

Todos los días, en cuanto el taxi le deja en casa, abro la cremallera de su bolso para leer su diario. Me gustaría poder preguntarle por su día, pero no es posible. Bueno, es posible, pero él no puede responder. A los 14 años aún no puede hablar y ese diario escolar es mi único salvavidas para saber cómo ha sido su día.

Ese diario lo es todo.

Me permite saber si ha bebido algo en todo el día y lo que ha comido.

Me informa de las necesidades de atención que tenía y de cómo se cubrieron.

Me ayuda a saber si ha tenido convulsiones y, en caso afirmativo, cuándo y durante cuánto tiempo.

Me notifica sobre los acontecimientos que están ocurriendo ya que él no puede decírmelo.

Rellena los huecos de su día y me da una conexión con el personal que trabaja con él.

Me permite saber cómo progresa y cuál es su estado de ánimo.

Cada palabra de ese diario importa, pero hay algo que importa aún más:

Fotos de la escuela.

Un clic en un iPad o un botón pulsado en una cámara y una pequeña impresión en papel enviada a casa significan mucho para mí. Me da más información sobre el mundo de mi hijo que cualquier cosa que pueda escribir el personal. Me permite ver que mi hijo está realmente feliz y relajado.

Me da algo que enseñar a mi hijo para hablarle de su día. Destaca los logros de mi hijo y me hace sentir que le cuidan.

Pero más que todo eso, esas pequeñas fotos me dan la tranquilidad de saber que mi vulnerable hijo está bien cuando está todo el día fuera de mi cuidado en el colegio.

Es difícil confiar en la gente cuando tienes un hijo que no puede comunicarse y que tiene necesidades muy altas. Ahora que está en el instituto, conocer a todo el personal es mucho más difícil y complicado.

Ni siquiera puede decirme si tiene amigos o contarme historias de sus compañeros de clase. Durante Covid hubo momentos en los que ni siquiera sabía cuántos había en su clase ni cómo se llamaban.

Ahora guardo como un tesoro cada una de las fotos del colegio.

Compruebo la cuenta de Twitter de los colegios para ver si hay alguna nueva de mi hijo al menos dos veces al día y trato esa agenda escolar en casa como si mi vida dependiera de ella.

Puede que un adulto sólo dedique un momento a hacer una foto rápida, pero para mí esa foto lo es todo.

No puede contarme nada de su día, pero una foto sí.

Un pequeño trozo de papel, pero que no tiene precio para padres como yo.

Temas

Otros artículos de su interés ...

No se han encontrado resultados