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Me visto de verde por Jaylen

Marissa Sweat Evans por Marissa Sweat Evans Necesidades adicionales

Marissa Sweat Evans

Marissa Sweat Evans

Soy madre y defensora de mi hijo y de otras personas con discapacidad. A mi hijo mayor le diagnosticaron parálisis cerebral, epilepsia y autismo.

Me visto de verde por Jaylen

Mi color favorito siempre ha sido el morado hasta que tuve a mi hijo. Y es curioso que el morado siga teniendo un significado en mi vida.

Con un año diagnosticaron a mi hijo parálisis cerebral.

Existen varios tipos de parálisis cerebral.

Mi hijo tiene una hemiplejia que sólo afecta a un lado del cuerpo y, en su caso, es el derecho.

Todavía puede hacer muchas cosas, pero tiene algunas limitaciones. Siempre me sorprende cuando hace las cosas que dicen que no haría.

Durante su primer año de vida, la mayor parte del tiempo estuvo tumbado.

Luego, cuando tuve a mi hija y empezó a cumplir sus hitos. Y ahí estaba él intentando hacerlos también.

Recuerdo cuando empezó a intentar gatear.

Tenía tres años. Estaba en un apartamento. No podía creer lo que estaba viendo.

Aún hoy me encanta verle gatear. Y creo sinceramente que algún día caminará.

Ahora hace mucho más que gatear.

Es capaz de subir y bajar escaleras. Bebe de una taza para sorber, lo que es enorme porque ha sido tubie toda su vida debido a la aspiración a los pulmones cuando bebe por la boca.

Tras un estudio de deglución, se le autorizó a beber por la boca porque ya no se veía que le entraran líquidos en los pulmones.

Y esto es muy común en niños con parálisis cerebral.

El verde se convirtió en mi color favorito cuando descubrí que era el color que representaba la parálisis cerebral.

Me encanta vestir de verde por Jaylen. También llevo el morado por Jaylen por la epilepsia e incluso el azul por el autismo.

Pero su primer diagnóstico fue parálisis cerebral. En mi casa somos muy ecologistas.

Tener un hijo con parálisis cerebral me ha enseñado mucho.

Mi hijo es mi profesor más informativo y no me enseña con palabras. Es incapaz de hablar. Me enseña a través del coraje, la fuerza y, lo más importante, el amor incondicional.

¿Sabes que dicen que los hechos hablan más que las palabras?

Bueno, ese dicho es cierto porque aunque nunca le he oído decir que me quiere sé que me quiere.

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