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Ser provocado

Naomi Aldridge por Naomi Aldridge Necesidades adicionales

Naomi Aldridge

Naomi Aldridge

Soy una bloguera de necesidades especiales que escribe sobre mis necesidades especiales y las de mi hijo. Me encanta ser mamá de Ethan y quiero com...

Padres en la playa con su hijo en una silla de ruedas playera accesible

Desde hace un par de años sigo viendo una cita que dice que sólo tienes 18 veranos con tus hijos y que debes aprovecharlos al máximo. Permítanme que les diga que esto es un desencadenante para mí y para muchas otras familias que tienen hijos con trastornos que limitan su vida.

A ninguno de nosotros se nos promete una vida plena y la vida es preciosa. Sin embargo, cuando tienes un hijo cuya vida está limitada, ni siquiera te prometen el mañana. Muchos de nuestros hijos no llegarán a adultos. Eso significa que ni siquiera podrán pasar los 18 veranos que se supone que tienen que pasar con nosotros. Es un pensamiento en el que la mayoría de nosotros pensamos a diario. Ya estamos intentando aprovechar al máximo cada momento. No podemos hacer planes para esos 18 años porque la realidad es que puede que el próximo verano no esté nuestro hijo.

Muchos miembros de nuestra comunidad han perdido a sus hijos en los primeros años de vida. Es algo por lo que nadie debería pasar.

Imagínate que luego ven el post diciendo que tienen 18 veranos con su hijo.

Para aquellos que no tienen que pensar en perder a su hijo en algún momento, agradezco que piensen en esos preciosos 18 veranos con sus hijos. Los niños no siempre van a ser niños, entrarán en la edad adulta en algún momento, excepto que no todos lo hacen.

Durante 14 años me he preparado para no llegar a experimentar la edad adulta con mi hijo. Me he preparado para lo que más me rompiera el corazón. He aprovechado al máximo cada experiencia y he atesorado cada momento que hemos pasado juntos. Cada hito que ha alcanzado.

Aunque mi hijo llegue a la edad adulta, no puedo garantizar que esos 18 veranos hayan estado llenos de diversión. A menudo estamos en el hospital debido a su enfermedad. Pasamos mucho tiempo en casa porque no podemos salir, ya sea por las convulsiones, por no poder acceder a los sitios o por estar descansando y recuperándose.

¿Significa eso que debemos presionarnos porque no hemos aprovechado al máximo ese verano, uno de los 18 importantes?

No, no es así. No significa que debamos sentirnos mal por haber hecho lo que nuestro hijo ha necesitado.

No pido que la gente deje de disfrutar de sus 18 veranos con sus hijos. Lo que pido es que tengan en cuenta a los que no tenemos prometidos esos veranos. A los que no se les promete ninguna cantidad de tiempo con sus hijos. Todos deberíamos disfrutar del tiempo que pasamos con nuestros hijos, porque, al fin y al cabo, el tiempo es oro.

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