Hermanos superhéroes
Jodi Shenal
Soy un ama de casa con dos hijos increíbles. Mi hijo está en el espectro autista y mi hija tiene un trastorno genético raro y múltiples discapacida...
Cuando mi hijo se convirtió en hermano mayor a los seis años, también se convirtió en mucho más.
Al instante se transformó en un protector, un modelo de conducta cariñoso, un ayudante empático y el mejor amigo de su hermanita.
Se ha mantenido orgulloso en estos papeles desde el principio.
Cuando llegó al mundo nuestra pequeña niña milagro de cuatro kilos, poco podíamos imaginar que su hermano también se convertiría en un héroe.
No teníamos ni idea de las lecciones que se vería obligado a aprender a una edad muy temprana. Como hermano de su hermana con discapacidades y necesidades médicas complejas, ha cargado con muchas cosas sobre sus hombros en los últimos 12 años.
Ha cronometrado innumerables ataques y ha llamado al 911.
Hace poco, durante un ataque de gran mal que me dio mucho miedo, le oí decir tranquilamente a un operador que llevábamos veinte minutos esperando una ambulancia y que su hermana necesitaba ayuda de inmediato.
Sabe abrir la puerta y salir para llamar a una ambulancia. Un niño no debería conocer una carga como esa.
Ha sentido una preocupación aplastante que un hermano nunca debería tener que sentir.
Se ha convertido en un profesional a la hora de sujetar la silla de ruedas de su hermana en nuestra furgoneta. Desengancha los cierres y salta para bajarla de la rampa cada vez que aparcamos, sin que nadie se lo pida.
Cuando ella niega con la cabeza y se niega a tomar su medicina por mí, él interviene de buen grado y se la administra fácilmente, sin hacer preguntas. Para él es algo natural.
Cuando está enferma y tiene fiebre, entra repetidamente en la habitación para ver cómo está.
Todos los días, cuando ella llega del colegio, él le pregunta instintivamente cómo le ha ido el día y enseguida pone su programa de televisión favorito.
Mi hijo me ha acompañado a innumerables terapias y citas con especialistas. Se ofrece a echarme una mano para llevar cosas y abrirme las puertas, y NUNCA se queja de ello.
Se ha perdido salidas previstas por estar ella enferma y ha hecho sacrificios que la mayoría de los hermanos no podrían imaginar.
Cuando tenía 11 años, una vez me dijo que cuidaría de su hermana cuando yo fuera demasiado mayor.
Ese fue un momento decisivo que nunca olvidaré; sentí como si mi corazón explotara con su profunda declaración.
Yo también me preocupo por él y deseo que su vida sea plena y feliz.
Ahora tiene dieciocho años y su propia agenda, pero sé que siempre se asegurará de que su hermana esté bien cuidada.
Aunque es mayor y ya no leen libros juntos ni juegan tanto, el vínculo entre ellos sigue siendo evidente.
Me hace sentir más orgulloso de lo que él nunca comprenderá.
Los hermanos como él, que caminan en estos zapatos similares, son tan fuertes y resistentes.
A mis ojos, es un superhéroe. Estoy bastante seguro de que su hermana también lo ve así.