Vuelta al cole
Carolyn Voisey
Mamá de un pequeño increíble, trabajo a tiempo completo en la educación superior y tengo mi propio pequeño negocio como diseñadora/creadora de joya...
En esta época del año, las redes sociales están llenas de padres orgullosos de sus hijos que vuelven al colegio para empezar el nuevo curso académico. Como académico que trabaja en la enseñanza superior, esta época del año es un periodo maníaco de preparación para la llegada de nuevos estudiantes, actualización de materiales y gestión de la vida en casa con un joven adulto médicamente excitante que no necesariamente lleva muy bien el cambio de rutina.
Un pensamiento que me mantiene (relativamente) cuerda es que no estamos solos.
Si se retira el velo de las redes sociales y las publicaciones positivas, se descubre un mundo diferente. Un mundo de niños y jóvenes lamentablemente fracasados por un sistema educativo que simplemente no satisface sus necesidades. Personas que no son estúpidas ni suponen un problema, pero a las que un sistema que no es adecuado hace sentir que lo son. La talla única no sirve para todos.
El Dandy es uno de los afortunados. Su escuela SN es excelente, pero sus problemas médicos plantean sus propios problemas. Necesita apoyo diario de enfermería y, aunque su maravilloso personal docente hace todo lo que puede, no son enfermeros. Como resultado, se pierde una enorme cantidad de escuela cuando no es necesario, pero eso es una batalla diferente para otro momento / blog.
Sin embargo, muchos ni siquiera pueden acceder a las escuelas por falta de conocimientos sobre cómo procesan la información las personas neurodiversas, o sobre cómo atraer a las personas que aprenden de forma no estandarizada.
Demasiados se encuentran a sí mismos y a sus familias vilipendiados por el sistema educativo sin otra razón que la de ser diferentes.
Recientemente se han publicado artículos en los que se destacan los enormes problemas a los que se enfrenta la educación especial, pero aunque éstos muestran algunos de los peores casos, hay muchos más que pasan desapercibidos. Esta "otredad" es tan peligrosa y perjudicial como cualquier otra forma de discriminación; ¿a cuántos les encantaría poder publicar fotos de la vuelta al cole y, sin embargo, no pueden hacerlo?
A los que se reincorporan a la educación tras una pausa, a los que vuelven a un entorno que no satisface sus necesidades pero no hay alternativa, a los que hacen todo lo que pueden a pesar de las enormes dificultades; os veo y os aplaudo. Hace falta mucho valor. A los que cambian de colegio o pasan de curso y a todos los que empiezan el nuevo año académico, les deseo un año lleno de alegría y éxitos. Sea como sea.