Back to blog archive

Una discapacidad invisible sigue siendo una discapacidad

Sara Stythe por Sara Stythe Necesidades adicionales

Sara Stythe

Sara Stythe

Al compartir nuestras experiencias sobre cómo es criar a un niño con necesidades especiales, la gente puede entender un poco mejor a nuestros peque...

Una discapacidad invisible sigue siendo una discapacidad

Este año hemos estado viendo mucho netball en Nueva Zelanda y el equipo que seguimos, las Mystics, había pasado a la Gran Final. Yo estaba en un curso, pero mi marido Gareth quiso llevar a Isla a la Gran Final para que viviera la ocasión. A ella le gustan las grandes ocasiones, pero también se agobia con facilidad porque es autista. A veces, en lugar de procesar todos los estímulos de sus sentidos, se tumba a dormir sobre su perro de asistencia, Bo.

Cuando reservó las entradas pensó que sería una experiencia mejor si pudieran disponer de algún espacio para Bo y para que ella pudiera tumbarse en el suelo. En lugar de reservar por internet, llamó por teléfono para conseguir entradas accesibles. Los agentes de reservas le ayudaron y le preguntaron si tenían una silla de ruedas, pero cuando les explicó que iban a tener un perro de asistencia le dijeron que tendrían que enviar una solicitud por correo electrónico a los organizadores del evento. Me expresó que tenía sentimientos de culpa porque no quería ocupar el espacio para una persona en silla de ruedas. También sabía que sentarse en una sección abarrotada no funcionaría y no sería seguro desde el punto de vista de incendios o emergencias. Por eso, en el correo electrónico y en la correspondencia posterior se refirió al perro de asistencia de Isla como perro guía, porque le parecía más aceptable para los organizadores del evento.

Al final consiguió dos entradas y un sitio para Bo y acudió al evento. Isla estaba muy emocionada y deseaba ver el estadio, comer patatas fritas calientes y animar a los Mystics. Después de ver el primer cuarto, decidió tumbarse en el suelo y durmió durante los dos siguientes. Se despertó en el último cuarto para ver ganar a las Mystics y recoger el trofeo.

Fue otra ocasión en la que, a pesar de no tener una discapacidad física, la necesidad de más espacio en un evento como éste es muy real para poder participar en familia. Admitió que le costó superar sus inhibiciones para solicitar una entrada de accesibilidad. En parte porque tenía que aceptar que siempre habrá que tener en cuenta a Isla para que pueda disfrutar de los eventos como los demás, a su manera. Pero también por darse cuenta de que las discapacidades invisibles siguen sin aceptarse del todo a menos que sean visibles con una silla de ruedas.

Temas

Otros artículos de su interés ...

No se han encontrado resultados