Paternidad con necesidades especiales: No sobra capacidad

A menudo, como padres cuidadores, nuestras vidas están repletas.

Ser terapeuta, trabajador social y defensor de nuestro hijo, así como las continuas preocupaciones por el futuro, pueden ocupar una cantidad desmesurada de tiempo y espacio en la cabeza.

No hay que olvidar que ya se es padre, se cuida de los hermanos, se trabaja y se intenta estar al día de las tareas domésticas.

No sobra mucho ancho de banda para ocuparse de otras cosas que surgen por el camino.

Además, durante la pandemia los padres cuidadores han visto desaparecer su (ya limitado) apoyo.

Las peticiones adicionales de los colegios, las asociaciones de padres y profesores y las redes sociales pueden resultar a veces abrumadoras.

La expectativa de tener que llevar un disfraz para una obra de teatro escolar o para el Día Mundial del Libro, asistir a reuniones o acordarse de responder a mensajes y textos de WhatsApp puede ser la gota que colma el vaso.

Aunque empecé a escribir mi libro Día a día: Emotional Wellbeing in Parents of Disabled Children antes de la pandemia, su resonancia y sus mensajes clave siguen siendo los mismos.

De hecho, la necesidad de cuidarse es más importante que nunca.

Parte de esto puede implicar decir "no".

No a los intentos de meter con calzador a nuestro hijo en un mundo que no fue diseñado para él.

No a quienes no entienden nuestra vida y nos plantean exigencias poco realistas.

No a las cosas sin importancia que nos quitan tiempo.

No a las voces internas que nos dicen que dedicarnos tiempo a nosotros mismos es egoísta.

Como alguien comentó recientemente en mi cuenta de Instagram:

No' es una frase completa.

Puede ser poderosa y, a veces, necesaria. Utilizar la palabra puede ayudarnos a crear la capacidad de reserva que necesitamos, pero que rara vez nos permitimos.

En mi libro, que salió a la venta el 7 de mayo (enlace en mi biografía), comparto muchos otros consejos de padres cuidadores sobre cómo cuidar el bienestar emocional.