Paternidad con necesidades especiales: Su salud mental importa

Mayo es el Mes de la Concienciación sobre la Salud Mental en Estados Unidos, y es esencial que las familias de niños con necesidades especiales sean conscientes del agotamiento del cuidador y de cómo prevenirlo.

La crianza de los hijos ya es un reto de por sí, pero los padres y cuidadores de niños con necesidades especiales tienen que hacer frente a una capa añadida de estrés.

A veces varias capas.

Cuidar a un niño con necesidades especiales equivale a menudo a una jornada completa o más, porque muchos requieren atención las 24 horas del día.

Los padres de niños con necesidades especiales son extremadamente propensos al agotamiento del cuidador.

Ya he pasado por eso.

Hace varios años, me encontré sollozando en la consulta de un médico después de que el estrés me pasara factura.

Había tenido enfermedades consecutivas durante varios meses mientras cuidaba a dos niños con múltiples y complejos problemas médicos y de conducta.

Las consecuencias para la salud física y mental del estrés crónico relacionado con la crianza de niños con necesidades adicionales son reales.

La depresión, la ansiedad, los problemas de sueño, la fatiga crónica y los problemas de pareja son sólo algunos de los problemas que pueden provocar el agotamiento del cuidador si no se tratan.

Uno de los problemas que tienen los padres de niños con necesidades especiales -y yo misma soy culpable de ello- es que creen que deberían poder hacerlo todo.

Nadie conoce a nuestros hijos tan bien como nosotros, y si eres como yo, es raro que encuentres a alguien en quien puedas confiar plenamente su cuidado.

Por desgracia, cuando esto ocurre, el cuidado personal básico queda relegado a un segundo plano.

Dormir bien, estar bien alimentado e hidratado y hacer suficiente ejercicio es a menudo imposible cuando se cuida de niños con problemas médicos, y mucho menos cuando se puede pasar tiempo con la pareja o salir una noche con los amigos.

El aislamiento y el agotamiento son habituales en las familias que tienen hijos con necesidades especiales, y más aún si no cuentan con un sistema de apoyo local.

Incluso con apoyo local, muchas personas también tienen miedo de pedir ayuda cuando la necesitan.

Me he dado cuenta de que mucha gente quiere ayudar de verdad, pero no sabe exactamente lo que necesita.

Pedir ayuda para cosas concretas facilita que la familia y los amigos echen una mano cuando lo necesites.

El dicho es cierto: no se puede servir de una taza vacía.

A veces es más fácil decirlo que hacerlo, pero encontrar un poco de tiempo al día para hacer algo que te guste o que sea sólo para ti puede ser muy útil.