5 consejos para las vacaciones
Naomi Aldridge
Soy una bloguera de necesidades especiales que escribe sobre mis necesidades especiales y las de mi hijo. Me encanta ser mamá de Ethan y quiero com...
Acabamos de volver de unas encantadoras vacaciones en familia. Hacía 6 años que no lo hacíamos. Pensé que podría compartir algunos de los consejos que nos ayudaron mientras estábamos fuera.
1. Mezclador de pilas
Hace poco descubrimos una batidora a pilas que era perfecta para las comidas fuera de casa. Ethan puede morder y masticar alimentos blandos, pero las comidas más grandes, que incluyen carne y algunas verduras, no son manejables para él. Podíamos pedir lo que quisiera y meterlo en la batidora en la mesa. No hacía falta un PowerPoint, solo apretar el botón y listo. Tuve que añadir un poco más de agua de lo habitual y dividimos su cena en dos porciones, pero nos funcionó perfectamente y Ethan pudo cenar con nosotros.
2. Duchas de natación
Donde nos alojamos tenía una habitación húmeda pero no tenía elevador ni cama cambiador. En la zona de la piscina, tenían una ducha con un cambiador húmedo. Reservamos nuestras sesiones de natación el primer y el último día del fin de semana para que Ethan pudiera ducharse sin que tuviéramos que ducharlo en el suelo. Nos ahorró muchas molestias e hizo que Ethan estuviera más cómodo.
3. Pregunte siempre
Nos dimos cuenta de que en un par de ocasiones, en lugar de conformarnos, simplemente mencionamos que necesitábamos un espacio para aparcar o tiempo extra asignado, y esto nos ayudó a que nos dieran un pase especial para aparcar donde queríamos y tiempo para disfrutar mejor de las experiencias. Siempre es mejor pedir que sufrir en silencio. Lo que pides suele ser algo que alguien ya ha pedido antes.
4. Prepárese
Antes de irnos me puse en contacto con el lugar donde nos íbamos a alojar para aclarar algunas cosas sobre nuestro viaje. Así, cuando llegamos no tuvimos que esperar a que nos dieran una silla especial para nadar, porque ya sabían que la necesitaríamos y estaban preparados. Las transiciones fueron mucho más fluidas y pudimos dedicar mucho más tiempo a crear recuerdos.
5. Tiempo de inactividad
Lo más importante para Ethan mientras estuvimos fuera fue el tiempo de descanso, incluso las niñas y nosotros también lo necesitábamos. Nos aseguramos de que hubiera muchas oportunidades para relajarse entre las actividades y la comida. Ethan se echó una siestecita a escondidas, cosa que no hace en casa. Le dio tiempo para no estar sobreestimulado y para estar listo para cuando saliéramos.