Por qué necesitamos las Olimpiadas Especiales

Escuchar el juramento de los atletas de Special Olympics, resonando sobre una multitud desde un altavoz, es una experiencia increíblemente conmovedora. Se me hace un nudo en la garganta cada vez que escucho a un atleta recitar estas poderosas palabras en un evento.

"Déjame ganar. Pero si no puedo ganar, déjame ser valiente en el intento".

Es una verdadera belleza.

Este año ha sido el^segundo en el que mi hija y yo hemos asistido a los Juegos Olímpicos Especiales locales con su colegio. Mientras estaba allí en una mañana soleada, asombrada por los participantes, las familias y los cuidadores que me rodeaban, me di cuenta de por qué NECESITAMOS estos eventos comunitarios.

La emoción y la inspiración llenaban el aire. En su silla de ruedas y con su dispositivo de comunicación, mi niña no era una anomalía allí. Estaba rodeada de espíritus afines y la envolvía el amor. Nuevos amigos se presentaron con entusiasmo y también nos encontramos con viejos amigos. Los voluntarios se ocupaban de nosotros y nos hacían sentir bienvenidos.

Éramos de allí. Todo el mundo pertenecía allí.

Mi hija se lo pasó en grande, riendo con la brisa en el pelo, mientras yo la empujaba en una carrera de corta distancia. Recibió su propia cinta azul, y fue una gran victoria para ella.

Normalmente, el sol y el viento le provocan una sobrecarga sensorial. Este día no. Fue una victoria monumental: estaba tranquila y libre, disfrutando como nunca.

Mientras nos sentábamos al margen, aplaudiendo y animando al unísono con los demás a CADA atleta, sentí una abrumadora sensación de gratitud. Mientras me empapaba del entusiasmo y la determinación que nos rodeaba, me di cuenta de que así es como debería ser nuestro mundo. Era la perfección.

Esta visión innovadora de la inclusión y las oportunidades nació en 1968 de la mano de Eunice Kennedy Shriver. Al tener una hermana con discapacidad intelectual y ser testigo de las injusticias que la sociedad cometía con las personas discapacitadas en los años sesenta, inició un movimiento para dar la vuelta al guión.

Ayudó al mundo a ver su valía.

Ayudó a la sociedad a reconocer sus talentos. Las Olimpiadas Especiales se crearon para dar a quienes, como mi hija, tenían la oportunidad de jugar, competir y ser incluidos. Comenzó para poner énfasis en todas las HABILIDADES únicas.

Necesitamos desesperadamente más eventos como las Olimpiadas Especiales, donde nadie se vea obligado a sentarse al margen y observar; un lugar donde todos puedan participar. Todo el mundo tiene una oportunidad. Es fundamental que las personas con discapacidad tengan la oportunidad de BRILLAR y sentirse orgullosas de sí mismas.

Si nunca has asistido a un evento de Special Olympics, te animo a que vayas. Serás testigo de una fuerza y una perseverancia que nunca habrías imaginado. Tu corazón cambiará para siempre.